Con mis malos hábitos no te metas.

7 Jul

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En una sociedad tan polarizada como la venezolana, es difícil hacer ver a una parte de la población que el golpe económico que ha venido aplicando la derecha, para debilitar al chavismo, también constituye un golpe infame al pueblo venezolano. Y es el venezolano de a pie, sin distingo de postura política quien está a merced de especuladores y acaparadores que buscan un clima de malestar y zozobra en la población.

Ahora bien como ciudadanos y ciudadanas debemos plantearnos acciones concretas ante esta situación, que trasciendan a la actitud de comprar en cantidades exageradas y a precios muy por encima a su costo real, el producto que se desea adquirir.

Atrapados en la vorágine de vivir para consumir, no percibimos que algunos de los artículos que escasean por ser acaparados por los comerciantes, no son  necesariamente los más sanos, nutritivos o ecológicos. Es el caso de una de las marcas más conocida y vendida de harina de maíz precocida la cual es catalogada por Greenpeace España ,como un producto que contiene maíz transgénico. Asimismo como bien explica  Andrés Avellaneda  en su artículo La Falsa y la Verdadera Arepa, esa harina que hoy estamos consumiendo son las sobras del maíz, por lo cual ese alimento que tanto anhelamos en los anaqueles de los supermercados es realmente un producto con bajos nutrientes.

En un periódico de circulación nacional , titulan con alarma que están escaseando las bolsas plásticas, para empaquetar los víveres. Lo que se expone en los medios como una tragedia, representa una oportunidad para darle un respiro a la naturaleza del impacto terrible que produce las bolsas plásticas en el ambiente.

La cuestión es  que  ante la polarización política, las personas en vez de ver una oportunidad para cambiar sus hábitos y buscar alternativas sanas y saludables, terminan solidarizándose con el acaparador, el especulador, el que le envenena la comida, o el que le contamina el planeta.

Considero que uno de los colmos ha sido la posición que algunos han  asumido contra el proyecto de promoción de la lactancia materna que quiere implementar el Estado venezolano. Entonces con ese espíritu de llevar la contraria, y de considerar que todo lo que promueve el gobierno hay que oponérsele, ahora ha surgido toda una suerte de elogio a los biberones o teteros, como le llamamos aquí en Venezuela.

El hecho es que en ningún momento se está prohibiendo el uso de teteros, pero si se quiere promover la lactancia materna y que las madres acudan a las formulas lácteas, solo en casos que verdaderamente lo ameriten.

Esas posiciones recalcitrantes que consideran un insulto que se prevalezca la lactancia materna con respecto al biberón, parecieran ignorar las escalofriantes cifras de la Organización Mundial de la Salud en la que señalan que aproximadamente mueren 1,5 millones de  infantes  por no ser amamantados y que cada 30 segundos un bebé muere por utilizar biberón.

Es insólito como un sector de la población asume los mismos intereses de las trasnacionales como Nestlé que hacen campaña contra la lactancia materna para vender sus formulas lácteas, de hecho llegó al extremo de que sus vendedores se hicieran pasar por doctores en África para desalentar la lactancia materna y fomentar el uso de fórmulas infantiles, el resultado fue miles de infantes  muertos.

Replantearnos una alimentación balanceada, superar el consumismo, implementar el boicot contra los especuladores y acaparadores y comenzar con una cultura de consumo responsable  es uno de los tantos retos que debemos empezar asumir el pueblo venezolano.  Debemos dejar atrás ese maniqueísmo de que si viene del chavismo es por ende malo y esa lógica  malcriada de que con mis malos hábitos no te metas.

Gabriela Rodríguez

@metacientifica

2 respuestas to “Con mis malos hábitos no te metas.”

  1. Guarida del Sol julio 17, 2013 a 6:07 pm #

    Excelente comentario! «El mundo al reves» parece que le hubieran insertado un chip a las personas para que sean incapaces de ver lo obvio y defender a quienes los oprimen y los envenenan, al punto de convertir en victimas a sus propios hijos.

  2. Caramelo agosto 23, 2013 a 5:31 pm #

    Muy bueno Gaby!!!

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